El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico cuyos síntomas se pueden dar en muchas ocasiones en la vida de cualquier niño/a.
Los trastornos del aprendizaje son la consecuencia de un procesamiento cerebral diferente que dificulta la adquisición y consolidación de aprendizajes como la lectura, la escritura, el cálculo o la resolución de problemas.
Cuando hablamos de dislexia, nos referimos a una dificultad del aprendizaje que afecta a la lectura y/o la escritura. Se da en personas que no presentan ninguna discapacidad motriz, visual, o de cualquier tipo, y además tienen un desarrollo cognitivo (cociente de inteligencia) normal.
Los niños/as o adolescentes con trastornos de conducta tienen comportamientos de desafío a las figuras de autoridad, enfrentamientos con los adultos o con los iguales, episodios de agresividad física o verbal. Suelen perder la calma fácilmente, se molestan o enfadan por cualquier cosa.
El ictus no acontece únicamente en la edad adulta, se puede dar a cualquier edad. De hecho, el accidente cerebrovascular o ictus infantil es una de las diez primeras causas de discapacidad en la infancia ocasionándose en España 6 casos de cada 100.000.
Hay muchos momentos a lo largo del crecimiento de un hijo donde nos preguntamos si estamos haciendo lo correcto o cuál sería la mejor forma de abordar un problema. Las conversaciones con otras madres y padres a veces nos hacen cuestionarnos si nuestro hijo o hija tiene un comportamiento normal para su edad o si estamos frente a una patología determinada.
El diagnóstico de enfermedades y síndromes genéticos provoca un profundo impacto en la familia. Estas enfermedades que afectan al sistema nervioso central son muy poco comunes, es por ello que es necesario recurrir a la colaboración de especialistas.
El cerebro es el órgano que controla el pensamiento, la memoria, la emoción, el tacto, las habilidades motoras, la visión, la respiración, el hambre y todos los procesos que regulan nuestro cuerpo. Por todo ello, cuando un niño padece un tumor cerebral, los síntomas pueden ser diversos.
El traumatismo craneoencefálico infantil constituye la primera discapacidad en niños mayores de 1 año en países desarrollados. El motivo siempre está relacionado con un fuerte golpe en la cabeza que produce una lesión primaria, producto del impacto sobre el cráneo.
A la incapacidad para controlar de forma voluntaria la emisión de orina se le denomina "enuresis", a la incapacidad para controlar la emisión de las heces se le denomina "encopresis".