Hay muchos momentos a lo largo del crecimiento de un hijo donde nos preguntamos si estamos haciendo lo correcto o cuál sería la mejor forma de abordar un problema. Las conversaciones con otras madres y padres a veces nos hacen cuestionarnos si nuestro hijo o hija tiene un comportamiento normal para su edad o si estamos frente a una patología determinada.
Tanto en los problemas conductuales como en muchas de las patologías que pueden darse en la infancia el diagnóstico precoz es uno de los mayores factores de éxito. Un correcto asesoramiento por parte de un profesional nos ayudará a identificar conductas y síntomas que deben ser tratados y reorientados desde el inicio.
El asesoramiento neuropsicológico ayudará a la familia a distinguir un síntoma o comportamiento normal de uno patológico. Además puede proporcionar pautas de modificación de conducta ante determinados comportamientos del niño o niña para trabajar el problema desde el inicio, sin llegar a instaurarse esas conductas en sus patrones de comportamiento habituales.