Los trastornos del aprendizaje son la consecuencia de un procesamiento cerebral diferente que dificulta la adquisición y consolidación de aprendizajes como la lectura, la escritura, el cálculo o la resolución de problemas.
Las dificultades del aprendizaje más frecuentes son:
Si estas dificultades se mantienen en el tiempo sin recibir la ayuda necesaria, sí se puede detectar rechazo o desmotivación del niño/a hacia el aprendizaje.
Cuando el niño/a se desmotiva hacia la capacidad de aprender, dadas sus dificultades, repercute directamente en su rendimiento escolar y en la forma de enfrentarse a nuevas situaciones, así como en su autoestima y su estado de ánimo. Todo lo que suceda en estos años le afectará en su estilo de afrontamiento futuro, ya que la etapa escolar tiene un protagonismo muy importante en su vida.
Desde la neuropsicología primero se realiza el diagnóstico, para después realizar el tratamiento de los trastornos del aprendizaje. Tras una primera consulta se puede dar una orientación a la familia y se obtiene la información necesaria para saber si se cumplen criterios para iniciar un tratamiento o realizar un diagnóstico diferencial.
Es importante recordar que la prevención y la detección de estas dificultades nos permite ayudar al niño/a con estrategias eficaces que hacen que mejore en el desempeño escolar, y por consecuencia, en su estado de ánimo.