Para poder diagnosticar a una persona de deterioro cognitivo leve, ha de cumplir los siguientes criterios:
Este tipo de personas funcionan bien en su día a día, aparentemente realizan una vida totalmente normal con todas sus actividades del día a día conservadas (hacer la compra, cocinar, aseo personal…), el problema lo tienen cuando han de cambiar la rutina o surgen imprevistos. Suelen darse cuenta de que algo no va bien las personas que conviven con ellas, pero no siempre son conscientes el resto de personas.
El deterioro cognitivo leve sería por tanto el paso intermedio entre el envejecimiento normal, en el que se da la pérdida de memoria asociada a la edad, y una demencia. Para ello algo importante es diferenciar si el usuario efectivamente padece deterioro cognitivo leve, o se encuentra en el punto anterior o el siguiente.
La principal diferencia del deterioro cognitivo leve con la pérdida de memoria asociada a la edad sería que en esta última la valoración neuropsicológica no se encontraría alterada. Puede ser que en la pérdida de memoria asociada a la edad sí que existan quejas de memoria, pero hay una mayor capacidad de adaptación ante los cambios y los familiares que conviven con el usuario no suelen detectar problemas.
La principal diferencia del deterioro cognitivo leve con una demencia es que en esta última sí que existe una alteración en las rutinas diarias de la persona (no solo cuando hay cambios o imprevistos).
La persona con deterioro cognitivo leve, por tanto suele tener problemas para:
Es importante diagnosticar cuanto antes el deterioro cognitivo leve, dado que este es muy probable que evolucione en demencia, cuanto antes se identifique antes se podrá intervenir en él, con el fin de tratar para revertir o ralentizar la aparición de demencia, aumentando por tanto el mayor tiempo posible una mayor calidad de vida de la persona.
La principal de sus funciones sería la de diagnosticarlo, identificando si el usuario padece o no un deterioro cogntiivo leve.
Una vez este es diagnosticado se puede realizar un tratamiento de estimulación cognitiva con el fin de ralentizar la aparición de una demencia. En el caso en que se vea que va evolucionando este deterioro, es importante formar e informar a la familia, ayudándoles a manejar positivamente el problema y a adaptar las cosas que vayan a tener que cambiar en el futuro.
En los casos en los que el deterioro cognitivo puede revertir, se puede trabajar en lo que ha provocado temporalmente este deterioro (medicación, depresión…) para volver al funcionamiento cognitivo normal.