Estos accidentes cerebrovasculares o ictus pueden pasar desapercibidos la mayoría de las veces. Cuando estos efectos se manifiestan de forma evidente los síntomas son parecidos a los de la Enfermedad de Alzheimer, pero en este caso en los estudios de neuroimagen se observan lesiones que explican el cuadro de la demencia vascular.
Un neuropsicólogo será el encargado de realizar la valoración cognitiva que ayude a identificar los síntomas de la enfermedad, proponiendo de ese modo un programa específico de estimulación cognitiva acorde a sus necesidades.
También hará un seguimiento personalizado del caso, ayudando en cada momento a la familia en el proceso que está viviendo, asesorándoles y acompañándoles en cada momento.