Enfermedad de Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa cada vez más presente en nuestra sociedad. Se trata de una patología que afecta a toda la estructura familiar.

Los síntomas del alzheimer son visibles en el habla y la comprensión, en la pérdida de memoria y el estado de ánimo, en la dificultad de orientación o en la falta de energía y espontaneidad, entre otros.

Aunque la mayoría de los casos son diagnosticados en edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, un 10% de la población que sufre Alzheimer son menores de 65 años.

Signos de alarma para detectar el inicio de una demencia tipo Alzheimer:

  • Pérdida de memoria progresiva.
  • Preguntas insistentes sobre lo que se hizo el día anterior o el día en el que se encuentra.
  • Menor capacidad de resolución de problemas cotidianos.
  • Errores en la planificación de tareas como comprar, cocinar o asearse.
  • Pérdida de interés por interactuar socialmente con otras personas.
  • Mayor dificultad para encontrar la palabra que se quiere decir y/o menor intención comunicativa que la habitual.

La principal diferencia entre el inicio de una demencia y el deterioro cognitivo leve, es que aquí sí que se ve alterada la capacidad para resolver problemas cotidianos. En este momento ya no sería seguro que la persona viviera las 24 horas del día sin compañía.

¿Cómo puede ayudar un neuropsicólogo en la Enfermedad de Alzheimer?

La principal función es la de realizar una valoración neuropsicológica para explorar la gravedad de la enfermedad. De este modo se podrá determinar el estado del paciente (si tiene o no una demencia) y saber cómo va evolucionando en el tiempo con valoraciones periódicas.

Una vez se tiene el diagnóstico claro se puede acudir a un servicio de neurología, para llevar el control de la medicación necesario, que ayudará a ralentizar la evolución de la enfermedad, aumentando el tiempo de calidad de vida del paciente. Si el tratamiento farmacológico se combina con un tratamiento de estimulación cognitiva, este puede ayudar a la ralentización de la enfermedad de una manera más eficaz.

Además de la valoración y la estimulación, tener un familiar con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en casa es una situación muy estresante. Se ha de tener en cuenta hacia dónde va a evolucionar la enfermedad y adelantarse a posibles conductas de riesgo. Un neuropsicólogo ayudará a la familia a preparar todos los cambios que han de hacer, informando sobre cada uno de los pasos de la enfermedad. Además dará el apoyo emocional necesario en situaciones de este tipo.

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