La información y coordinación entre paciente, equipo médico y familiares, permite que el transcurso de la enfermedad se dé en las mejores condiciones posibles y con ellos se vea mejorada la calidad de vida de la persona.
Como complemento del tratamiento farmacológico pautado, se recomienda iniciar un tratamiento rehabilitador. En el marco de la neuropsicología, este tratamiento ayuda a favorecer la autonomía en actividades de la vida diaria y entrenar capacidades cognitivas que puedan estar viéndose afectadas. Además también se ofrece acompañamiento psicológico.