Las complicaciones de la encefalitis varían, en función de factores tales como la edad, la causa de la infección, la gravedad de la enfermedad inicial y el tiempo desde la aparición de la enfermedad hasta el comienzo del tratamiento. Las personas con enfermedad relativamente leve se suelen recuperar en pocas semanas sin complicaciones a largo plazo.
Algunos de los virus que pueden provocar encefalitis son:
La inflamación puede dañar el cerebro, lo que puede ocasionar un estado de coma o la muerte.
Otras complicaciones, que varían enormemente en cuanto a la gravedad, pueden persistir durante meses o ser permanentes. Algunas de estas complicaciones pueden ser las siguientes: fatiga persistente, debilidad o ausencia de coordinación muscular, cambios en la personalidad, problemas de memoria, parálisis, defectos de audición o visión y deterioros del habla.
Una vez al paciente ya le han dado el alta médica del causante de la encefalitis, hay que valorar si existe alguna consecuencia neurológica debida a la inflamación del cerebro. Por lo que el primer paso siempre es realizar una valoración neuropsicológica que explore los distintos síntomas que puedan persistir.
Una vez se conocen los distintos déficits hay que realizar un tratamiento neuropsicológico con el fin de reducir y minimizar los efectos que la inflamación han ocasionado en el cerebro.